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En El Escenario Interactivo de Aprendizaje. Diseño, metodología y entropía, Luis Rodolfo Lara transita preguntas centrales para la pedagopía actual. El libro propone el escenario como un punto de anclaje teórico que posibilita un nuevo modo de desplegar interrogantes de nuestra práctica docente. Anclar y dar centralidad al espacio para ver de qué manera dicho escenario despierta distinciones que merecen nuestra atención en tanto docentes: ¿a qué transformación nos convoca la centralidad que tienen los nuevos escenarios? ¿Cómo interactuar en la construcción de aprendizaje en la era actual? Luis Lara nos invita a un tránsito reflexivo donde condensa una síntesis de su trayectoria académica y profesional en un gesto por articular propuestas de innovación en educación: para diseñar hay que identificar las preguntas metodológicas que subyacen en la base de toda propuesta, no sin antes advertir la entropía que atraviesa a toda transformación de nuestras concepciones y prácticas educativas.

Una de las acepciones de la palabra paraíso es jardín. Este espacio entre el afuera y el adentro es un símbolo del equilibrio entre nuestra parte más salvaje y libre y nuestra necesidad de un refugio. Un jardín es nuestra posibilidad de explorar sabiéndonos contenidos, eso nos relaja  del acecho de lo externo, eso nos colma el alma.

En el jardín que amanece blanco, Emilia nos incorpora a su fábula de infancia, ¿qué vacíos blancos la habitan?¿por qué a veces la comida no es alimento? Las preguntas circulan en líneas de tiempo superpuestas y cálidas a lo largo de las páginas.

Las plantas son un vehículo de purificación, su hija la llave para abrir la puerta más grande, la que la hace adulta y le permite orientar a su propia niña, la que busca respuestas en las paredes, en los momentos del día, en las ausencias. Porque los paraísos no son antes de construirse, porque construirse es la verdadera labor.

Hoy más que nunca en la historia es necesario reflexionar sobre nuestros modos de vincularnos, miedos y violencias simbólicas. El teatro nos permite ponerle el cuerpo a estos temas complejos y de este modo, comprender los mecanismos que operan en cada caso.

Gabriela Winnicki  tiende un puente creativo que comienza por escenas teatrales y continúa con ejercicios individuales y colaborativos, dónde los disparadores profundizan en desnaturalizar y revisar, desde múltiples perspectivas, cada una de las situaciones.

Micro Textos Teatrales Dinámicos es ideal como material de apoyo para trabajo en las escuelas, grupos de teatro, espacios comunitarios y grupos de trabajo terapéutico y de inserción social.

Se trata de sentir-pensar, hacer y transformarnos. Se trata de darle la bienvenida al teatro como un gran espejo para volver a confiar en la humanidad que somos.

En los textos de Daniel Deybe encontramos a un padre a quien se busca en su ausencia, a una madre luchadora y a un papá presente, a una abuela amorosa y evocada de múltiples maneras. Hay también bisabuelos, tatarabuelos, primos, un hermano casi desconocido, una tía muy querida, descubierta de forma tardía, otros tíos y tías: toda una genealogía familiar recreada entre los bordes de lo autobiográfico y lo autoficcional. Aparecen también amigos y amigas con quienes compartió tantas aventuras de vida, recordados desde el afecto y la nostalgia, para que la memoria le gane al olvido. Pero, sobre todo, descubrimos y conocemos a un protagonista (llamado como el mismo autor) en distintas
etapas de su vida: un niño a quien le gustan los Sugus confitados; un joven estudioso y buscavidas; un adulto con sus preocupaciones, sus deseos, sus actividades cotidianas, sus pasiones, sus preguntas, sus interpelaciones, sus objetos más preciados, sus relaciones más cercanas, su manera lúcida y tierna de ver el mundo y a quienes lo rodean. Lo acompañamos en esa travesía vital, imaginativa, profunda y bella, que nos conmueve y nos interpela como si su propia vida fuera un espejo en el que podemos reconocernos.

Rodrigo Marcó del Pont